Usados principalmente en emergencias, este tipo de préstamos que se tramitan rápidamente pueden ser tu salvación en una situación apremiante. Es por eso aquí te contaremos cuándo estos préstamos son la diferencia entre el éxito y el fracaso o incluso, entre la vida y la muerte.
- Accidentes: El uso de los préstamos inmediatos es muy común pues al ser inesperados, y muchas veces bastante peligrosos, estos préstamos te ayudarán a recibir atención médica o garantizarla al afectado. Recuerda que en cualquier emergencia el tiempo y la atención de calidad valen oro.
- Pagos atrasados: Si no has pagado tu tarjeta y la fecha de vencimiento está próxima o te llegó una oferta para liquidar tu deuda por un monto bajísimo. Este tipo de préstamos puede ser una buena idea ya que te ayudarán a liberarte del estrés de tener una deuda cada vez más reciente.
- Enfermedades: Nuevamente la salud hace acto de presencia pues sin salud básicamente no podemos hacer nada. Si tú o un ser querido se ha enfermado y requiere atención urgente, una buena idea es pedir dinero prestado para darle la atención necesaria y así salvar su vida.
- Problemas legales: Ya sea que chocaste, te detuvo el alcoholímetro o tienes que pagar una multa, pero se acaba el tiempo, sin duda este tipo de préstamos son una buena opción para resolver. Considera, por ejemplo, que si pagas las multas en los primeros días recibirás un descuento tan grande que justificará el interés de un préstamo.
- Otras emergencias: En general, puedes aprovechar esta modalidad de financiamiento en cualquier tipo de emergencia. No importa si es una emergencia médica, de dinero, seguridad, escolar, etc. Tener dinero corriente de forma casi inmediata te ayudará a salir del hoyo de la mejor forma y libre de lodo.
Si tienes una emergencia en puerta, es mejor que consideres esta opción como un recursos importante, efectivo y seguro para poder encontrar la mejor solución a tus problemas. Eso sí, toma en cuenta que hay puntos que debes de cumplir para poder acceder a este tipo de préstamos, por ejemplo el tener un buen historial crediticio, tener empleo y tener una cuenta bancaria a tu nombre.
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